Tras el temporal, siempre llega la calma

Es muy habitual en esta época, y sobre todo con la llegada de la gota fría, que los campos de nuestra geografía se vean sorprendidos por tremendos aguaceros que afectan al terreno de juego. Tras el temporal, siempre llega la calma ¿verdad? Los campos necesitan abrir urgentemente sus instalaciones para que la cuenta de resultados se vea afectada lo menos posible y que nos haga tomar soluciones drásticas en un futuro. Por tanto, las amenazas hay que verlas como oportunidades si queremos triunfar en cualquier negocio. Veamos esto como una manera para promocionar nuestro campo captando todos aquellos jugadores que no hubieran venido a visitarnos sino es por este motivo.

Esta es la oportunidad para dar a conocer lo bien que funciona nuestro drenaje del campo en época de lluvias, y aprovechar esta adversidad para presentar el resto de servicios de nuestro Club y su buen funcionamiento, por lo que debemos abrir cuanto antes y con la mejor cara para nuestros clientes.

Sigue…

No sin antes hacer unas modificaciones en el campo, para asegurar que el jugador disfrute jugándolo, y no le resulte difícil, largo, pesado y complicado. Al estar el campo en unas condiciones especiales en cuanto a la pesadez de la rodada de la bola en calle, proponemos adelantar los tees de salida todo lo que pudiese (Ya que no se va jugar una competición oficial, no existe ningún problema).

Otra cosa que habría que tener cuidado sería con la situación de las banderas, colocándolas  siempre en las partes más altas del green, que serán las más secas y las que si vuelve a llover, será la última parte en inundarse del green.

En cuanto a las zonas que permanezcan inundadas o embarradas, deberíamos intentar lo primero ver si marcando la zona como terreno en reparación, y habilitando un paso adecuado sin barro, el hoyo puede ser jugado, o si no, modificando incluso el diseño o el “par” del hoyo para que sea perfectamente jugable, es decir, si se trata de un par 4 ó 5, lo transformaría en un par 3, y así al menos reducimos la distancia entre hoyos sin jugar.

Si tenemos algún bunker inundado, simplemente lo marcaríamos como terreno en reparación, siempre que no de tiempo a meter una máquina para reparar el daño.

Hay que abrir, y avisar de inmediato a todos los tour operadores, página web, redes sociales, mailing a nuestros contactos, etc., de este hecho, e incluso se puede incentivar la visita al campo en un día como este con un pequeño descuento, por las pequeñas modificaciones en el campo.

Como en estos días se darán unas situaciones de juego poco habituales, incluso repartiría un resumen con las reglas en situaciones especiales.

También tendremos el problema, casi seguro, de no poden usar buggie para no dañar más el campo, por lo que hay que ver la posibilidad de regalarles el carro manual, o algo similar.

Daría orden al personal de mantenimiento de realizar los cambios antes indicados y a todos los trabajadores de cara al público, les agradecería una amabilidad especial en este día, justificando y explicando todos los cambios, siendo informados de todos ellos, e incluso intentaría hacer una recogida de sus impresiones al final del recorrido, que nos asegure mejorar y el que repitan en futuras ocasiones.

En cuanto al resultado económico que pueda ocasionar este día, aunque no sea muy importante, al menos no serán días de pérdidas, y está claro que es una semilla para ser recogida a muy corto plazo, lo que nos dará beneficios que yo reinvertiría rápidamente en la mejora del campo ante estas situaciones, para seguir minimizando el riesgo ante abundantes lluvias, por que al fin y al cabo, tras el temporal, siempre llega la calma.

Deja un comentario